EL MISTERIO DE LA SANTÍSIMA DUALIDAD. SEGUNDA PARTE

Foto promocional de la obra
Jekyll comienza donde termina la novela de Stevenson, es decir, el telón se abre cuando la voz en off del Dr. Jekyll narra sus últimos delirios en la gloriosa novela. Tras el descubrimiento del cadáver de Mr. Hyde y la misteriosa desaparición del Dr. Jekyll, la vida continúa en la casa del médico, ahora ocupada por los nuevos inquilinos: dos mujeres, familiares de alguna de las víctimas del siniestro Hyde. Henry Jekyll merodea el lugar que fue su hogar y su agonía porque ha decidido revivir a su alter ego y seguir debatiéndose entre el principio del deber ser y el placer de dejarse llevar por las pasiones. Un conflicto que se irá apoderando de él aún más cuando se sienta atraído por la nueva habitante de la casa, una joven culta, de principios bondadosos, que se niega a creer que Jekyll sea Hyde. El otro personaje femenino, una tonadillera herida por las monstruosidades de Hyde, no es capaz de alumbrar un mínimo espacio para la comprensión y se ve arrastrada por el ansia de venganza.
Una mujer refinada, educada en los principios cívicos y racionales del buen comportamiento y una mujer vulgar, sometida a los deseos y esclava de sus emociones, se encuentran ante la evidencia de que el hombre es el monstruo. ¿Quién de ellas mirará de frente al miedo y decidirá qué hacer?
Esta dualidad esencial del ser humano es, como decimos, la cuestión central de la obra de Fernando Sansegundo quien inteligentemente ha decidido renunciar a poner en escena de nuevo la célebre historia, pero no a recapacitar sobre esta temática siempre sugerente. La escenografía junto con el vestuario están tratados con sutil cuidado en su estética romántica y la interpretación de los actores es impecable. Sin embargo, la iluminación, unas veces focalizada y tenebrista y otras proyectada para crear sombras móviles ciertamente efectistas, es la que le da a la escena el dramatismo que la hace vibrante.  
La atmósfera de thriller que envuelve la obra mantiene al espectador en un estado de tensión, miedo y angustia durante toda la representación.
Si quieres vivir una noche de intriga y terror, ve a verla. Si quieres dejar que te acometa la contradicción y luego reflexionar sobre los mecanismos del bien y del mal, ve a verla. Si quieres disfrutar de  un espectáculo teatral impactante, ve a verla. Si quieres juzgar por ti mismo… sábado 9 a las 20,30 en el Teatro de las Esquinas de Zaragoza.



FICHA TÉCNICA
Dirección: Carlos Martinez-Abarca
Dramaturgia: Fernando Sansegundo
Producción: El Desván
Actores: Domingo Cruz, Diego Ramos, Pepa Gracia y Noelia Benítez
Escenografía y vestuario: Diego Ramos
Diseño de iluminación: Fran Cordero

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