PIOJOS EN EL CORAZÓN

Foto de la obra
¿Es usted un demonio? Soy un hombre. Y por lo tanto tengo dentro de mí todos los demonios.
G.Keith Cherterton


En esta ocasión Iñigo Guardamino ha querido escribir una obra con una clara línea argumental. En Castigo Ejemplar, Yeah: un matrimonio entra a robar en el despacho de un director de colegio elitista las pruebas de mal comportamiento de su hijo de 10 años para que no le echen del centro educativo.
Pero el autor y director a esta sinopsis de apariencia clásica le da su toque de varita mágica, con esa gracia negra que le caracteriza, con esas frases de rompe y rasga, con su sello distintivo de ver el mundo y hacer una crítica feroz sin despeinarse. Iñigo Guardamino reflexiona con un estilo de modernidad esperpéntica junto con matices que aparentemente están fuera de la realidad pero que pertenecen más, si cabe, a ella.
El matrimonio interpretado por Natalia Díaz y Rodrigo Sáenz de Heredia es de una clase media-alta perfectamente retratada, y su interpretación se ajusta con precisión a lo que les describe en un momento determinado de la obra: un pusilánime con pretensiones y una manipuladora frustrada. Por tanto una actuación muy buena, en la que los personajes se compenetran y representan la personalidad de los padres con gran profesionalidad.
El texto es complejo de contenido y está basado principalmente en la palabra: a veces cotidiana, a veces culta, a veces absurda. La palabra que vira en personajes diferentes o en distintos momentos temporales, pero la palabra sin descanso; palabras que además tienen profundidad de lecturas. Texto y subtexto, y más subtexto, y más lecturas. La complejidad de un gran escritor crítico que los actores resuelven con acierto.
El hijo es el personaje ausente al que dadas las referencias que se hacen de él casi podemos ponerle cara, pero sobre todo le ponemos alma. Las pruebas que encuentran de su mal comportamiento hacen un retrato no solo del niñito si no de todos los valores sociales que caracterizan a una sociedad deteriorada por la falsa moral.
El pre-puber es la liendre colocada en el corazón del sistema para que crezca y medre como los cánones de la corrupción mandan.
Durante el robo de las pruebas, padre y madre, se lanzan las miserias de sus vidas en relación a la sociedad y a sí mismos. Todo con una acidez producida por las apariencias guardadas, por la crisis de valores, por el amor malentendido, por el sexo mal entendido, por el deseo de poder y por la frustración de vidas sin rumbo interno controladas por otros.
Sexo, poder, religión, relaciones frágiles y viciadas son algunos de los temas preferidos del autor, como pudimos ver en su otra obra, que aún está en cartel, Vacaciones en la Inopia; y que en está también aparecen.
El ritmo es una baza que juega muy bien el director, un ritmo que no para ya que van de un tema a otro sin dar respiro al espectador, buscar y rebuscan las pruebas que incriminan a su hijo con la premura de estar clandestinos y así es como se vomitan sus vidas, su relación matrimonial y filio parental; sin tregua.
A veces cuando crees que el tema se ha acabado, hay otro giro y otro más. Es un juego de palabras poderoso, trepidante y sorprendente. A veces, excesivo. Pero ese exceso de contenido es el que caracteriza a Iñigo. Para él: más es más. Tiene tanto en su pluma y en su cabeza y a dios gracias, un tanto inteligente que no puede evitar dárselo al espectador.
Los que conocéis la obra de Iñigo Guardamino sabéis de lo que se habla cuando le describimos por su cinismo inteligente que te mantiene en alerta de pensamiento y en sonrisa o risa de humor negro. Los que no la conocéis esta es una buena ocasión de disfrutarla.


Apunta: Coral Igualador




Ficha artística y técnica
Texto y dirección: Íñigo Guardamino.
Ayte. dirección / Coreografía: Crismar López.
Reparto: Natalia Díaz y Rodrigo Sáenz de Heredia.
Diseño de iluminación: Pedro Guerrero.
Escenografía / Espacio sonoro: María José Pazos.
Producción: La Caja Negra Teatro

DóndeLATRASTIENDA C/Sierpe, 2
Cuándo: domingos de noviembre 18:30h.


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